Siempre se cuenta una historia muy parecida, la de los tiros, las bombas, o antes de éstas, las hachas y las espadas... las conquistas y las derrotas...
Acabo de leer un artículo de Público sobre los hechos de Elgeta y ha traído a mi cabeza la tormenta de sensaciones y sentimientos que se produjeron el viernes con el documental "Mujeres al frente" de Lula Gómez y que tuve la suerte de ver en el Centro Cultural de El Viso. En ambos casos se incide en un tema siempre olvidado y silenciado: El uso de la mujer, de su cuerpo y de su vida como terreno y trofeo de guerras y batallas.
Desde pequeño me han fascinado la organización y la logística, cuando era niño y leía sobre las grandes batallas de cualquier época me pasaba el tiempo imaginando esa otra historia sobre los grandes ejércitos y los movimientos de tropas: ¿Dónde comían? ¿De dónde obtenían el alimento? ¿Cómo se organizaban?... Imaginaba ese otro ejercito logístico que tendría que moverse parejo al de soldados para el buen funcionamiento del principal: carpinteros, herreros, sanitarios, ganaderos, cocineros...
Cuando crecí y mi mente perdió inocencia no me fue difícil imaginar no sólo la respuesta a esas preguntas, sino también a las otras preguntas que ni se me había ocurrido plantearme: ¿Y el sexo?
Fue entonces cuando comprendí lo que debía suponer para una población que un ejército te pasara cerca (fuese del "color" que fuese: invasores o defensores). Los "recursos" locales pasaban a la prioridad principal que es "alimentar" al ejército de sus "necesidades".
El documental de Lula pone el dedo en la llaga en el centro del drama: La guerra es terrible, y como dice una de sus protagonistas "Si eres negra, pobre y mujer..." para ti será tríplemente terrible.
Conocer sus historias, contadas directamente por las protagonistas te deja literalmente clavado en la silla mientras ellas, mujeres diversas y de distintos estratos sociales y colores políticos, cuentan cómo viven y vivieron la guerra en Colombia.
El mensaje de Paz, se hace fuerte y poderoso cuando cuentan su historia, con la Verdad que transmiten y con el verdadero sentimiento de clamar por la Justicia (que no por la venganza) y por la Reparación del daño (que no por esconderlo).
Sin pretender desvelar nada importante del documental, puesto que lo importante es verlo y tomar cada uno su propia visión, sí destaco que es una historia de mujeres, y si hay un gran corolario es como su "Visión" de la importancia de conseguir la Paz predomina todas sus demás necesidades: Están incluso todas amenazadas de muerte y ello no impide que continúen con su labor. Es el suyo un mensaje de esperanza, de valor, de serenidad y de empatía.
Se dice últimamente que si las mujeres tomasen partido REAL en las grandes decisiones el mundo sería mejor, el proceso de Paz de Colombia y estas mujeres puede ser un buen ejemplo de ello.
Gracias Lula por hacerlo posible: ir conocerlo, montarlo y mostrarlo.
Si tienen la oportunidad, no dejen de ver el documental (Aquí un pequeño resumen)
Un saludo a tod@s
El enemigo es la guerra
Beatriz Montoya, líder de AMOR (Asociación Mujeres Oriente Antioqueño)
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