13.2.15

XII...


Siempre que llega este aciago día me asusto de cómo ha pasado un tiempo que aún tengo tan cercano... pero no, este año no voy a maldecir, no voy a sacar mis fantasmas... te voy a hablar de ellos y de ellas:
Primero los desconocidos, en la Tierra al menos:

Son 1+5: M. un buen tío, serio y huidizo como lo fue su padre de pequeño, con mirada de saberlo todo y de, a veces, permitirte entrar en su juego. E. y E. son dos caras de la misma moneda, inquietas, dinámicas, activas... cariñosa, reflexiva y sabionda la una, escurridiza y eléctrica la otra. M. y N. también son curiosamente iguales y distintas: dócil y cariñosa la una, simpática y divertidamente astuta la otra. ¿Y qué decir de A.? Tiene a todo el que la rodea encantado, al veleta de su abuelo, lo ha atemperado y pausado... ¿Qué no hubiese hecho de ti, con un salto generacional más?. Sé que los ves y desde lejos los cuidas, sé que él y ellas te sienten, sienten tu presencia y cómo mantenemos vivo tu recuerdo.

Ahora los conocidos: Al pequeño M. ya no le puedes llamar así, se está convirtiendo en un "tío" por momentos, él no te recuerda mucho, yo diría que nada, pero pudo sentir el calor de tus besos y tus caricias. La verdad es que ser su padre no me hace dudar de que estarás muy orgulloso de él, si aún anduvieses por este lado, no escatimarías elogios y habríais encajado a la perfección. E. y MA. lo sé, danzaban a tu alrededor y, como todos, conseguían sacar lo mejor de ti, todo ese tsunami de cariño que manaba de ti, máximo por y para tus nietos. Ahí están, E. ya mamá, MA trabajando duramente en tu legado. Te hubiese encantado tenerlo allí cerca. ¿Y qué te puedo contar de los dos mayores? si fueron más tuyos que de nadie. A. tan educado, tan pausado, con ese saber estar tan nuestro, tan tuyo, a la par ocurrente, divertido y amigo de sus amigos. MC. una mujer, guapa (bueno no me da pudor decir que guapos, muy guapos son todos), siempre fue tuya y tú de ella, fue y es la niña, tu niña.

Los demás por aquí vamos, unidos, cada uno en lo nuestro, pero como los buenos corredores mirando siempre a los lados, para ver que estamos todos y que ninguno se sale o descuelga del pelotón. Yo... para qué te voy a decir nada de mí, si tú ya lo sabes, estarías orgulloso y otras veces...menos.

Por cierto, vigílanos a Mamá, últimamente nos tiene un poco preocupados, yo creo que lo único es que te echa de menos, pásate por aquí, y cada vez que vienes y nos haces sentir tu presencia, regálasela más a ella, le hace más falta.

Bueno, que te queremos.

Un saludo a tod@s

Un padre no es el que da la vida, eso sería demasiado fácil, un padre es el que da el amor.
Denis Lord (1900-1957) Novelista canadiense.

3 comentarios:

Carmen Pineda dijo...

Simplemente Gracias. Gracias por expresar lo que todos nuestros corazones sienten. Nadie puede hacerlo mejor que tu. De él que decir... Ya lo dices tu todo. Te quiero mucho. Os quiero mucho.

La niña, vuestra niña. Pero sobretodo su niña

MAY SANZ MARTIN dijo...

Compadre, siempre fiel a tu cita.
Tus palabras, cada año, esculpen el semblante de un gran persona.
Un abrazo, extensivo a toda la familia.

Anastasio Pineda dijo...

Gracias!