Era uno de esos objetivos que por cercanos y asequibles siempre dejaba para el próximo año, este año me planté y decidí que, dado que el futuro no existe, había llegado el momento:
Me considero un gran aficionado al teatro, creo, como me dijo en ocasión una sabia, en el poder curativo del teatro, más de hacerlo que de verlo, pero por ahora me conformaré con ser espectador...
Es increíble como los textos escritos hace más de 2400 años siguen perfectamente vigentes... lo cual dice mucho del valor de lo clásico y mucho también de qué poco hemos mejorado las personas...
Conocía Mérida siempre con prisas, ciudad que había visitado en varias ocasiones pero siempre de paso, como puesto de parada y fonda hacia otro sitio... En esta ocasión la he disfrutado, como de los buenos vinos, paladeando cada instante; si a ello unimos una representación en un incomparable teatro, respirando historia por todos los rincones, y interpretada por actores de primerísimo nivel...
¡Un auténtico regalazo! Aún están a tiempo esta temporada... y si no el próximo año, aunque cuidado porque puede que nos encontremos, puesto que yo mientras el cuerpo aguante, con una ocasión he tenido bastante para convertirlo ya en una de mis rutinas obligatorias de verano...
Un saludo a tod@s.
El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma.
Arthur Miller (1915-2005) Dramaturgo estadounidense.
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