14.2.14

Elegía...


Lo hago siempre, y más en el fatal día que otros consagran al Dios del Amor. Hoy toca rezarte desde mi rincón, hoy, cuando todavía se me hace raro no poder entender tu ida.
         En el lecho, lecho que fue de amor, ahí llegó la Gran Traidora con su arma, presta a tornar en frío el calor. Clavó con saña  su afilada punta, y la noche cambió de oscura a negra. El alba llegó con callados gritos. Con el corazón roto te marchaste, y rasgado quedó el nuestro por siempre.

         En el lecho, lecho que fue de amor.
         Llego a casa y en la ventana te busco, creo oír a Mamá que pide silencio: ¡Bajad la voz! Papá está dormido…
         En el lecho, lecho que fue de amor.
         Mi voz suena también: ¡Voy a gritar, Mamá, voy a gritar! ¡Quiero que despierte, ya dormirá! ¡Voy a gritar, Mamá, voy a gritar!
         En el lecho, lecho que fue de amor.
         Parece que es posible lo imposible: El Mundo lentamente volvió a girar sin que tú le dieses permiso, sin que tú le dijeses cómo hacerlo.
         No somos nada, todo es mentira: ríos, mar, ciclos, vuelta, giros, rueda…

        
En el lecho, lecho que fue de amor.


Un saludo a tod@s

Después de todo
la muerte es sólo un síntoma
de que hubo vida.
Mario Benedetti (1920-2009) Escritor y poeta uruguayo

3 comentarios:

Carmen Pineda dijo...

:(

Anastasio Pineda dijo...

Lo siento guapa...ha salido de las tripas.

Un beso

Moy dijo...

Intuia que habías escrito algo, pero hara ahora no he podido leerlo.Muy bonito, y si, te ha salido de las tripas.
No dejes de hacerlo nunca
Un beso