Lo hago siempre, y más en el fatal día que otros consagran al
Dios del Amor. Hoy toca rezarte desde mi rincón, hoy, cuando todavía se me hace
raro no poder entender tu ida.
En el lecho,
lecho que fue de amor, ahí llegó la Gran Traidora con su arma, presta a tornar en
frío el calor. Clavó con saña su afilada
punta, y la noche cambió de oscura a negra. El alba llegó con callados gritos.
Con el corazón roto te marchaste, y rasgado quedó el nuestro por siempre.
En el lecho,
lecho que fue de amor.
Llego a casa y
en la ventana te busco, creo oír a Mamá que pide silencio: ¡Bajad la voz! Papá está dormido…
En
el lecho, lecho que fue de amor.
Mi voz suena
también: ¡Voy a gritar, Mamá, voy a
gritar! ¡Quiero que despierte, ya dormirá! ¡Voy a gritar, Mamá, voy a gritar!
En el lecho,
lecho que fue de amor.
Parece que es
posible lo imposible: El Mundo lentamente volvió a girar sin que tú le dieses
permiso, sin que tú le dijeses cómo hacerlo.
No somos nada,
todo es mentira: ríos, mar, ciclos, vuelta, giros, rueda…
En el lecho,
lecho que fue de amor.
Un saludo a tod@s
Después de todo
la muerte es sólo un síntoma
de que hubo vida.
la muerte es sólo un síntoma
de que hubo vida.
Mario Benedetti (1920-2009) Escritor y poeta uruguayo
3 comentarios:
:(
Lo siento guapa...ha salido de las tripas.
Un beso
Intuia que habías escrito algo, pero hara ahora no he podido leerlo.Muy bonito, y si, te ha salido de las tripas.
No dejes de hacerlo nunca
Un beso
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