18.3.13

El Cristo de los Desamparados...

Aquellos que hayan oído el magnífico Pregón de mi primo el "páter" ya conocerán la historia, yo la conozco hace poco, pero sabiendo que, probablemente, la sacaría en su locución decidí esperar.
No sé cómo la cronista de la familia no me había contado ésta... está perdiendo fuelle...
En fin, vamos a ello:
En una familia tan grande como la mía caben todo tipo de sensibilidades con todos los temas, y el religioso o de "devociones" no iba a ser menos, a pesar de ello resulta que siempre ha habido una devoción especial por el Cristo de los Desamparados. No soy ningún experto en el tema, pero la imagen a la que además se le tiene "cosita" en la familia está en el Salvador en Sevilla. Yo, que no es que haga  más preguntas de las que tocan, nunca pregunté el por qué;  eso era así porque era así y punto.
Si mi abuelo "Calderita" me llevaba a Sevilla, era segura la visita al Cristo, esto lo he visto repetido en mi madre, en mi padre, lo siguen haciendo mis hermanos, tías, tíos, primos, incluso yo... en mi casa la "medallita", estámpitas, cuadro,... con el Cristo abundaban.
Bien, vamos a intentar contar la historia...
...siendo mi madre una niña, mi abuelo (padre de ¡¡ocho!! hijos) se quedó sin trabajo en el cortijo el Judío, las cosas no es que le fueran boyantes puesto que llegó a quedarse sin techo para vivir... mi abuelo, hombre responsable y trabajador donde los hubiese, es fácil imaginar el estado de desesperación y desamparo que sentiría al verse incapaz de darle lo mínimo a los suyos... unos amigos, gente que siempre lo quisieron bien y que tenían mucha fe, le aconsejaron que por qué no iba a ver al Cristo de los Desamparados que tenía fama de asistir a todo el que se lo pedía...
... y eso hizo mi abuelo, cogió supongo el tren y se encaminó a Sevilla, y le rezó al Cristo... y le dio de donativo su ¡última peseta!... le entregaba lo último que le quedaba...
... en la salida de la Iglesia, tras encomendarse de nuevo al Cristo, se encontró con el dueño del cortijo de Nieblines...
-¿Qué se te ha perdido por aquí Manuel?
Y mi abuelo le contó lo que ocurría, y cómo acababa de entregar su última peseta al Cristo...
- ¿Y no se te ocurrió, además de al Cristo venir a verme a mí? Anda, vete para El Viso, toma 300 pesetas para ir tirando, y le dices a Manolito que he dicho yo que mientras haya un puesto de trabajo en el Cortijo es para ti...
...allí se jubiló mi abuelo...
¡Cómo para no tenerle devoción!
Un saludo a tod@s


Hay más fe en una honrada duda, creedme, que en la mitad de las creencias.
Alfred Tennyson (1809-1892) Poeta inglés.

1 comentario:

Carmen Pineda dijo...

Me entere ayer de este "milagro" como lo llamó nuestro primo "pater". Tan preguntona como soy, nunca se me había ocurrido preguntar el por qué de la devoción al Cristo. Me limité a pensar como tú, porque sí y punto.
Desde aquí darle mi enhorabuena al pregonero Calderita, fue emocionante. TORERO TORERO TORERO!!