El sábado 21 de octubre de 2023 asistí a un espectáculo que me dejó literalmente clavado en la butaca del Teatro Central. Liebestod. Creada, dirigida, protagonizada, vivida, mostrada, sangrada... por Angélica Liddell, debo reconocer que en aquel momento llegué a ese espectáculo por una cadena de recomendaciones de gente en la que creo a pies juntillas: Edi, Arturo, Vicky, Pilar...
No me pudo gustar más, y no me pudo agredir más, y no me pudo molestar más, y no me pudo... El curso o la muestra de por dónde van las propuestas escénicas de vanguardia fue demoledor para mi "yo" aficionado al teatro.
Pero eso fue en 2023...
Anoche, 7 de marzo (bueno... "anoche" comenzó a las 16:30) esa misma Angélica Liddell se abrió en canal delante de nosotros y nos regaló una vivencia (me niego a rebajar la categoría a espectáculo, fue "otra cosa") de más de cinco horas que provocó una emoción en los que asistimos como no recuerdo en espectáculo alguno. No soy un alto experto (en casi nada, de hecho) pero no recuerdo una ovación y emoción en el público del Central como la que compartí ayer, no queríamos dejar de aplaudir, no queríamos que se fuesen de escena, no sabíamos cómo agradecer el regalazo vital al que habíamos asistido.
A todo ello, le sumas, las personas queridas con las que compartí la experiencia y ver en escena a mis queridas Teresa y Mercedes y ya no me cabe mayor gozo.
Os lo voy a resumir:
Bueno, no, mejor no lo hago... que yo eso no lo hago muy bien. He encontrado esta reseña que no lo resume nada mal (eso sí, si piensan ir a verla mi consejo es que no la lean pues "spoilea" bastante y se perderán el efecto sorpresa de algunas partes fundamentales, yo lo he buscado para releerlo cuando el espectáculo se empiece a diluir en mi memoria).
¡Qué grande es el TEATRO!
y cuánto le debemos a mi querida Edi todas las personas por su apuesta en hacernos crecer como espectadores, acercándonos a espectáculos que probablemente nunca pasarían por nuestras vidas.
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