14.2.21

XVIII...



 Eres increíble siempre lo has hecho y lo sigues haciendo, cuando era pequeño y me ocurría algo, bastaba con oír tu voz (o el ruido de la moto) o sentir tu mano en la frente para que todo mejorase. El tiempo está "regular", la situación triste y desesperanzadora, afortunadamente estamos todos bien en todos los sentidos pero la pandemia y todo lo que ha traído nos ha llenado la vida de melancolía, tedio y soledad en muchos casos. No, no lo hubieras pasado bien si llegas a estar por aquí.

¿Sabes? ayer te apareciste, sin avisar (como tanto te ha gustado siempre) y nos vino tan bien a todos verte, recordar tu voz, tu implicación, tu sensibilidad social, tu energía, tu pasión por tu familia, oírte escuchar tus sentimientos hacia Alemania y lo que supuso en tu vida... me encantó recordar tu cara de "podría contar mil cosas más... pero ahora no quiero". Me sentó tan bien, sentir tu mano en mi frente cuando tanta falta me hacía...

Hoy (5 de febrero) he soñado contigo, te echo tanto de menos, te echamos tanto de menos... 

Sigue apareciendo de vez en cuando, por favor, nos haces mucho bien...