9.3.18

Mis cuentos XXXV: No me obligues...


Era la segunda vez en unos días...

Hace poco más de una semana se fue junto a su abuela Merche.

-¡Qué no pasa nada, mi niña! Hay que decir siempre lo que se piensa, buscar las palabras adecuadas, no insultar, no descalificar a las personas y sí a las malas acciones.
Yo pasé mis mejores años en Suiza trabajando como una burra, tu abuelo y yo juntamos, a fuerza de no gastar, los francos suficientes para, al regresar cuando me quedé embarazada -porque el abuelo siempre dijo que él quería tener una manchega y no una suiza por hija (siempre supo que tu madre iba a ser niña)-... pues con esos pocos francos alquilamos una casa, el primer local para la primera pequeña tienda y la furgoneta de 2ª (o quizás 3ª) mano...
¿Y ahora nos van a decir que no? ¿Quiénes? ¿Esos que nos engañaron con el miedo? Hasta me da vergüenza, mi niña,  si un poco más si hasta yo me creí el cuento de que viene el Lobo Rojo que se come a las abuelitas y les quita la pensión... y eso van y nos lo dicen los que han robado... porque han robado mucho, mi niña, pero mucho... y eso es lo que ha salido...
-¿Cómo dice? no... no me voy a echar para atrás... ¿Cómo? no, no... a mí no me obligues... lo sé, usted está haciendo su trabajo... pero yo estoy ejerciendo un derecho... tú (disculpe pero no me sale hablarle de usted, tan joven...) no te acordarás (claro tan joven) pero antes no podíamos manifestarnos... ¿Tú eres de una familia de policías ?... Claro... entonces no sabes de qué te hablo... pero no, no... no me voy a mover...y tú no me obligues... no, no ... ni abuela ni leches, yo soy abuela de ésta que está aquí a mi lado... ¿ Y la tuya? ¿está contenta con lo que le han subido la pensión? Lo mismo hasta te daba para salir los fines de semana antes de que aprobases y te metieses a policía...
...
Hoy estaba allí, en la puerta de su facultad cantando y dando gritos, era 8M... el policía era el mismo, claro, Maribel no podía repetir los argumentos de su abuela, ni tenía su retranca. No se olvidó de los consejos (no insultó, no provocó) y se mantuvo firme.
- No, no me voy a mover, de hecho creo que no nos vamos a mover ninguna. La huelga es un derecho, así que no me obligues... antes no podíamos manifestarnos... ¿Tú eres de una familia de policías ?... Claro... entonces no sabes de qué te hablo...


Un saludo a tod@s 


Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo.Eduardo Galeano (1940-2015) Escritor Uruguayo.

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