Siempre le maravilló ese juego, eso de golpear la bola con el taco, con el giro, fuerza y efecto adecuados de forma que ésta adquiriese la dirección y velocidad justa para colocar la victima en el hueco preciso. Para él, Mazen Nisba, reputado profesor de matemáticas en la Universidad de Raqqa y especializado (amante se definía a sí mismo) en geometría, aquello era pura y hermosa geometría en movimiento...
Al principio de su llegada a ese pueblo de la campiña sevillana no tenía con quién jugar, pero poco a poco, se hizo casi un ritual: los martes, que era el día que Hana abría la tienda por la tarde, él se regalaba 30 minutos más a echar la partida con Juan, David y Fer...sus tres amigos del bar "Las Letras" donde tomaba café (a él le gustaba bastante más que el té, el mundo está lleno de tópicos) antes de irse a trabajar.
- ¡Es pura ciencia! La belleza de la geometría bien aplicada. (decía cada vez, que Fer gritaba de alegría porque Mazen Nisba, había conseguido que no pagaran el café por haber ganado una nueva partida).
El billar, un golpe produce movimiento en una bola, esta en otra (o en otras) y al final, con pérdidas o sin ellas, todo se para en una realidad distinta.
Así fue como en aquellos primeros tumultuosos días, cuando la iglesia donde oraban sus queridos amigos Samir y Fadila ardió por los cuatro costados, Mazen Nisba protestó airadamente y publicó varios artículos en el periódico donde colaboraba. Él no estaba dispuesto a callar. Nunca le gustaron la injusticia, ni la opresión del débil, así se lo había transmitido a sus alumnos siempre, y con aquello no iba permanecer en silencio, menos aún aplaudirlo como hacían muchos (unos por ignorancia y otros por simple cobardía, por no "señalarse" decían)... Amigo de los infieles, comenzaron a llamarle, o infiel directamente o, simplemente, perro cristiano.
Quien ha leído un poco, o conoce algo de la historia de las miserias de la humanidad, sabe que cuando las bolas comienzan a rodar y a golpear, a los "señalados" les es fácil acabar en el agujero... Le contaba a su querido amigo el profesor Sergio Peral casi a diario cómo le iban empeorando las cosas. Éste, al que le unía una sólida amistad después de años de trabajo en común en varios proyectos entre sus universidades, no lo dudó un instante:
- Sal de ahí, Mazen, sal de ahí y saca a tu familia. Aprovecha la ponencia del próximo mes y no regreses a Raqqa mientras la situación no mejore.
¡Bendito Sergio!, sin duda fue un emisario de Dios. Mejorar, dice...
¡Qué cambio de vida! Suerte que con la ayuda de su primo Ahmad montó un negocio, ¡un bazar!, total parecía que es a lo único que se podía dedicar un árabe en esta tierra, Sergio le comentó lo difícil que resultaba entrar de profesor en las universidades españolas, que él lo intentaría, pero que rápido era imposible que fuese...increíble...un bazar...lleno de hamacas, de material de papelería, de productos de limpieza... un bazar...
"Bazar Raqqa" lo llamó en honor a su querida ciudad, intento vano... "El moro de la calle Argentina" rebautizaron a la tienda rápidamente los locales o directamente "La tienda del moro"... las primeras semanas se cansaba dando explicaciones de dónde era y que él no era "moro"...después ya desistió... si no puedes con tu enemigo... total qué más da, se dijo, mientras compren...
Y las matemáticas quedaron relegadas al cálculo de costes, beneficios, y porcentajes...
Pero no era mala tierra, y se vivía bien, y los pequeños iban al cole; de hecho, técnicamente era la tierra de la pequeña Lina puesto que ella ya había nacido aquí. Y la gente lo trataba bien, muchos lo llamaban Mohamed (nunca entendió por qué), y a veces ya desistía de corregirlos.
...
Ese día lo supo, de nuevo el taco había golpeado la bola blanca, y ésta había generado movimiento, y de nuevo él era la bola que estaba cerca del agujero para ser golpeada, con intención o sin ella, y caer...
Mientras tomaba café, lo vio en la tele de "Las Letras"...se había producido un atentado en Barcelona... alguien ya dijo "¡putos moros, que se vayan a su país!"
Al día siguiente la pintada en la fachada del "Bazar Raqqa": "MOROS TERRORISTAS"...
era martes, jugó la partida, cuando consiguió poner la "bola 8" en el último agujero, pagó su café y se marchó al trabajo...
Es pura geometría bien aplicada, pensó...
Un saludo a tod@s
¿Por qué aprendemos a temer el terrorismo pero no el racismo, no el sexismo/machismo, no la homofobia?
Angela Davis (1944-?) Política, activista y profesora
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