Lo sé, no soy yo quién para dar consejos ni apelar a las conciencias, pero en estos días de llamar y mirar al Cielo, en estos días de fruncir el ceño cuando se otean nubes en el horizonte, en estos días de emociones...
Yo, no puedo evitar (ni quiero) estar permanentemente acordándome y pensando en sirios, en lágrimas de verdad, en penas, en dolor de madres y padres, en injusticia, en traspasos de fronteras, en amargura, en amor, en esperanza, en entierros, en humildad, en paciencia...
En un campo anegado, en ciudades destruidas, en barbarie, en paso lento de costado a costado, en las aguas...
Lo sé, sé que son días de emociones a flor de piel, de sentimientos, de la tierra de María Santísima y de ponernos un cirio en el costado. Lo sé, sé que desde aquí poco podemos hacer. Lo sé, sé que estamos en manos de los de siempre, pero... ¿Qué quieren que les diga?
Yo no puedo evitar estar acordándome de ellos: De personas pasándolo muy mal, de padres y madres sufriendo por sus hijos, de fronteras cerradas al que huye del horror, del mal cabalgando a sus anchas.
Y me acuerdo de lo poco que hace que éramos los españoles los que huíamos, a los que nos negaban asilo, a los que nos hacinaban, los que estábamos desesperados.
Esperanza, Amor, Misericordia...
Definitivamente creo que estos días para acercarse a Dios hay que tomar un sirio en el costado.
Un saludo a tod@s
Humana cosa es tener compasión de los afligidos; y esto, que en toda persona parece bien, debe máximamente exigirse a quienes hubieron menester consuelo y lo encontraron en los demás.
Giovanni Boccaccio (1313-1375) Escritor italiano.
2 comentarios:
Cuanta razón tienes compadre...Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis; desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.
Qué mal todo, qué fracaso!
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