Son comercios, que seguro que algún erudito nos ilustra diciendo que beben de nuestras raíces fenicias, donde puedes solucionar el problema acuciante de escasez de bienes de primera necesidad (pan, huevo, leche...) hasta presentarte a un cumpleaños imprevisto con un regalo decente, pasando por todos los intermedios de productos más variados. Son auténticas maravillas del aprovechamiento del espacio, de la diversidad de productos, de la vocación de servicio y del espíritu y esencia comercial. Tienen incluso su versión móvil, en esos repartidores que llevan, amén de pan, toda una suerte de productos al extrarradio local. Recuerdo una anécdota que me referían donde, previo a nuestro avance en las comunicaciones, uno de esos repartidores cobraba a duro "la razón" (sí un recado verbal de El Viso al campo o viceversa).
Póngale caras y nombres: "Quini", "Francis", "La meta", "Andy"... seguro que pueden completar la lista cada uno con el suyo de cabecera...
Un saludo a tod@s.
Ninguna nación fue arruinada jamás por el comercio.
2 comentarios:
Anastasio, muy bueno tu post. Además de las tiendas "abiertas" en festivos y fiestas de guardar en distintos barios de El Viso, también están las tiendas cerradas pero que el tendero/a vive en el mismo edificio y te atiende por la puerta falsa. Salud.
Buen apunte!
Un saludo.
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