
He necesitado que el Maestro Soto (el de la isla de los mosquitos) verbalizara lo que andaba por mi cabeza hace, mucho, mucho tiempo y es que el ser bético, va mucho más allá que los resultados y el ver un partido de futbol. De hecho yo ya ni los veía...
el Betis, nuestro Betis, se había convertido en un Club desagradable, malvisto, cargado de enemigos y de idolos caídos en todos los estamentos, no se respetaba nada, se olvidó la historia y los que la forjaron, el Betis ese que era el 2º equipo de media España, se había convertido en un espejo de unos dirigentes ¿unos?, con los que los que todavía pensabamos y para los que además el Betis era otra cosa, nunca nos sentimos representados.
Que conste que no le quitamos su mérito a nadie, aunque no estuviesemos de acuerdo con "dictaduras" tuvo su momento, pero pasó. ¡ah! y el Betis, como ahora ocurrirá, también hubiese resurgido de sus cenizas.
Mucho Betis!
Un saludo a tod@s
No hay nada que desespere tanto como ver mal interpretados nuestros sentimientos.
Jacinto Benavente (1866-1954) Dramaturgo español.
4 comentarios:
Un club guiado por un "empresario" y convertido por tanto en empresa, no puede tener el apoyo incondicional de sus fieles. Probablemente la multitudinaria manifestación del pasado lunes sería más efectiva si exactamente la misma gente se hubiese negado a llenar el estadio un domingo cualquiera.
Lo que hace manisfertarse al pueblo bético, creo que es la enorme diferencia con su vecino, se produce la inevitable comparación y la sensación de inferioridad es lo siguiente. La prueba de todo esto es que en al último descenso del glorioso, lo acompaño su vecino y eterno rival, como diría el clásico reportero de fútbol.
Amigo Lechu: a buena hora mangas "verdes".
Pero mientras fue bien y bonito, mientras hubo copa del "centenario" y sábanas pintarrajeadas pues que gracioso era. Je je maldita gracia. Ahora lloran (lloráis) el regalito del 92.
En fin no me alegro por mis amigos y familiares béticos, pero me reconforta. Lo Ciento.
La verdad es que al descenso los béticos, estamos acostumbrados... no soy tan mayor (o ya sí) y he vivido unos cuántos...
No me ha molestado nunca la guasa con el eterno rival y me he alegrado por mis amigos sevillistas de ello...
Esto es otra cosa, es que le han robado el alma a una afición, le han robado una forma de ser, y de presentarse ante el mundo...
A mí me da un poco igual (es un decir, a todos nos gusta ganar) como juguemos, me importa mucho más los valores que transmitimos a la sociedad
Un saludo
Publicar un comentario