27.12.08

"Adornos" en los balcones


Saben que no es que sea ningún defensor de los valores tradicionales...

... saben que no soy ningún adalid de la homogeneidad estética o de la rigurosidad en los exornos...

... la verdad es que me dá un poco igual, cómo cada uno adorne su casa en cada momento...

... pero los "adornos" de balcones en El Viso ha alcanzado niveles de horteridad, rayando en lo ridículo. Aparte de que pongamos "mantitas" ya por cualquier cosa, las Fiestas Patronales, "mantita", el Corpus, "mantita", Semana Santa, "mantita", que gana el Sevilla, "mantita", que gana el Betis, "mantita", que gana la Selección, "mantita", y ahora...

... la mantita con el Niño recien nacido. Eso sí, dándole cada uno "nuestro toque personal", "tuneándola" que dirían los chavales. Si a eso añadimos luces, que hacen que nuestra fachada parezca la de una casa de meretrices, o Papa Noel colgado que parece que nos va a atracar.

En fin, bonito, lo que se dice bonito no nos queda, pero...

... que cada uno haga lo que buenamente le parezca.

Eso sí, decir que como en el pecado llevamos cada uno la penitencia, para el "decorador" que tengo en casa, nunca hay barroquismo suficiente, siempre es poco...

Un saludo a tod@s

El estilo es el ropaje del pensamiento; y un pensamiento bien vestido, como un hombre bien vestido, se presenta mejor.

Conde de Chesterfield (1694-1773) Político y escritor inglés.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quizás sintamos nuestro Viso menos hortera sabiendo que más allá de nuestros dominios (doy fe de ello) coronan las fachadas y balcones el mismo tipo de mantitas y escaladores rojos...

Quizás sí hay escrito un libro sobre gustos (de autor claramente americano) y aún no lo hemos leído.

Al menos tanto "adorno" colorea las calles, consiguiendo aumentar la ilusión de los reyes de las casas....

Y algo tengo claro: un Papá Noel estrambótico o una fachada charra infinitamente mejor que la "tradicional" ropa interior roja, que ni adorna ni ilusiona, y siempre acaba asomando por la cinturilla de algún pantalón como indicador de elegancia y señorío...

Un beso lechu.